Texto e ilustración: Rodolfo Fucile
Se acerca el 1° de Mayo, Día Internacional de los Trabajadores. Para muchos no es más que un día de descanso o de agradecimiento a «lo que nos dio» algún gobierno burgués. En este contexto, es fundamental recuperar la memoria histórica de la clase trabajadora. Una historia de lucha, de huelgas y piquetes, de independencia de clase. Una historia signada por traiciones, cooptaciones, derrotas y represiones sangrientas, que no pueden ser olvidadas ni tergiversadas. Esta fecha es también un momento para reflexionar sobre la situación actual de los trabajadores: asalariados registrados, precarizados, en negro, cuentapropistas, cooperativistas, desocupados… Un momento para revisar viejos esquemas, confrontarlos con nuestra realidad concreta y pensar nuevas formas de lucha.
En homenaje a los anarquistas mártires de Chicago, va este dibujo y estas palabras pronunciadas por George Engel, antes de su ejecución: «¿En qué consiste mi crimen? En que he trabajado por el establecimiento de un sistema social donde sea imposible que, mientras unos amontonan millones, otros caigan en la degradación y la miseria. […] Yo no combato individualmente a los capitalistas; combato el sistema que da privilegio.»