por José María Rodríguez Arias

Vaya semanas. La saga de notas de IDL Reporteros, bajo el nombre de «Corte y Corrupción» (cuando escribo esto, van 9 artículos del especial, sin contar todas las publicaciones accesorias y derivadas), junto, destapó (mediante una buena investigación y la publicación de los audios), la corrupción en el Poder Judicial desde lo más alto. El caso, conocido como CNM Audios, ya trae cola: ha caído el ministro de Justicia y, tras una semana de dudas y llamados a una cuestión de confianza, el Congreso ha removido a todo el Consejo Nacional de la Magistratura del Perú (por unanimidad).

La convocatoria del pleno extraordinario del Congreso para la destitución de todo el CNM en aplicación del art. 157 de la Constitución Política de la República la hizo el jefe del Estado, Martín Vizcarra, que está capeando el temporal como mejor puede (contando la renuncia del inefable Heresi). Además, el ejecutivo ha armado una comisión para la reforma del Poder Judicial.

Lo que estamos presenciando es una confirmación: vivimos en un país corrupto. Corrompido. No es algo limitado al Poder Judicial (ojalá solo fuera eso), va de lo más alto (y hablo de la Presidencia de la República, solo hace falta ver los últimos presidentes… desde 1985 con uno provisional limpio y nada más) a lo más pequeño (ese policía que cobra una coima, ese funcionario que para pasar tu documento al siguiente trámite te pide una ayuda), donde el sector público va a la zaga del sector privado.

Sí, ese sector privado tan sucio como el público, con una informalidad casi absoluta, con una evasión de impuestos inmensa y muchos favores que pagan favores. Dentro de las empresas, todo eso que aparece en los audios (la colocación de amigos, los trapicheos de favores y demás) también se da, no nos engañemos. En los audios, se ve como ese sector privado es causa y consecuencia de la corrupción, se aprovecha de ella y la mantiene.

Tenemos una fuerte cultura de «roba, pero hace» que simplemente explica lo que tenemos. No es tanto que tal o cual magistrado o juez sea corrupto, es que todo el sistema está podrido y la cultura que lo sustenta, también.

Cuando hablaban de la cuestión de confianza, lo hacían indicando que el fujimorismo está cómodo con esa corrupción y que no parecía que quisieran remover a los integrantes de la CNM, más allá de lo verdadero o falso de esto último (al final, sea como sea, dieron su brazo a torcer y votaron a favor), ese partido tenía a su líder en la cárcel, entre otras cosas por corrupción, y sacó mayoría absoluta en las elecciones.

Con esto quiero decir, no es tanto un tema de personas en concreto sino que, al final, apoyamos la corrupción, votamos por los corruptos (como el actual alcalde de Lima, por poner un ejemplo fácil) y nos comportamos mediante las reglas de favor paga a favor y similares, donde siempre hay que estar aprovechándose del otro y dejándole que saque provecho también de nuestra posición.

Es importante qué personas están en qué cargos, cómo se accede a estos y el funcionamiento diario, el compromiso con las funciones concretas, pero, si no nos quitamos la cultura de la corrupción, si no luchamos contra la misma en todos los niveles y ámbitos de la vida, volveremos a tener a los poderes del Estado y todo ámbito burocrático plagado de personas corruptas, corruptoras y corruptibles, como estos audios nos dejan ver.

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Excurso: en la cuenta de YT de IDL Reporteros tienen colgados los audios (por ahora llevan 45 publicados).